Las carnes frías son productos cárnicos que han sido procesados y envasados para su consumo en frío. Estos productos pueden ser cortes cocidos, ahumados, curados, salados, enlatados o envasados al vacío, y generalmente se sirven como aperitivos, bocadillos, entradas o platos principales fríos.
Entre las carnes frías más comunes se encuentran el jamón, el salami, el chorizo, la mortadela, el lomo embuchado, el prosciutto, el pastrami, el roast beef, el fiambre y la carne en conserva. Estos productos se pueden servir en rebanadas finas, en cubos, en trozos o en tiras, y se pueden combinar con una gran variedad de acompañamientos, como quesos, panes, aceitunas, frutas y verduras.
Las carnes frías se pueden comprar en supermercados, tiendas especializadas y carnicerías, y también se pueden encontrar en muchos restaurantes y establecimientos de comida rápida. Son una opción conveniente y deliciosa para aquellos que buscan una comida rápida y fácil, y también se pueden utilizar en recetas más elaboradas, como ensaladas, tortillas, sándwiches y pizzas.